Una mala gestión del secado a menudo acarrea problemas de vitalidad de los terneros, de enfermedades metabólicas o de la reproducción. Para alcanzar con tranquilidad el potencial lechero, las vacas deben llegar al parto con condiciones excelentes: el periodo de secado debe ser perfectamente controlado. Durante esta fase los animales no deben engordar para evitar los riesgos de acetonemia durante el parto.
“Todo es posible” del punto de visto de la alimentación al principio del secado pero las tres últimas semanas requieren un cuidado particular: se trata de preparar el rumen a los alimentados distribuidos al principio de la lactación con la reducción del 50% de la capacidad de ingestión del animal (es decir 10 a 11 kilos menos de materia seca diarias).
Ración ideal de preparación al parto