Un historial de praderas y de quesos

La historia y las características actuales de la Montbéliarde no habrían sido las mismas sin las especificidades de su territorio de origen, a lo largo del tiempo, en un macizo del Jura de clima continental, los ganaderos conservaron a los animales más rústicos, resistentes a los inviernos largos y rugosos. El lugar importante que ocupaban las praderas y los pocos cereales disponibles condujeron a los ganaderos a seleccionar vacas que le sacaban el mejor provecho a la hierba. Las vacas de comportamiento gregario facilitaban el cuidado de los ganados en las grandes praderas comunales.

La tradición quesera de la Franche-Comté no es extranjera a la tipicidad de la Montbéliarde. Desde el siglo 13, en las altas mesetas, la colecta y la transformación de la leche se organizaban dentro del margen de las « fruitières » (cooperativas de fabricación de queso). La necesidad de aprovisionar esas estructuras cooperativas que se desarrollaron en 1900 hasta en las zonas de las llanuras, explica la fuerte orientación lechera de la raza. Por otro lado, la exigencia ancestral de los queseros por la materia noble de la leche y su proximidad con los productores de la sociedad, provocaron una fuerte presión para mejorar la calidad de la leche. Desde 1958 cuando se reconoció l’AOC Comté, la Montbeliarde es la única raza (con la Simental) con la facultad de producir este gran queso francés.

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