Un potencial y una rusticidad que le abren las puertas del mundo.

Desde comienzos de los años 1900, gracias al trabajo de los sindicatos de ganadería, la imagen de marca de la Montbéliarde se impone rápidamente. Está en expansión rápida en todo el Este de Francia, y particularmente en las regiones montañosas y queseras, y donde sustituye a las razas indígenas gracias a su potencial. Las lecheras del Midi de Francia son igualmente aficionados : en 1910, 4000 vacas lecheras se van de la estación de Morteau. Antes de la primera guerra mundial, ese mercado se expande en Algeria, donde las Montbeliarde hacen prueba de su adaptación climática y son apreciadas por sus aptitudes mixtas. En los años 20, es en Marruecos y en el Camerún que se realizan cruces con toros montbeliards.

Hacia 1955, una corriente comercial importante se implanta en el Macizo central. Las Montbéliarde le van bien a los sistemas de producción ahí implantados. La tradición es producir becerros cruzados charoleses, muy bien valorizados en los mercados de Auvernia.

En los años 1970, los ganaderos del Oeste y del Sur Oeste afectados por problemas sanitarios vienen a su vez a buscar a la Montbéliarde, o para remplazar a la Maine-Anjou. Una nueva ola de importación tiene lugar en los años 2000 luego de los sacrificios causados por EEB.

Aún minoritaria dentro de las francesas pie rojo justo después de la guerra, la Montbeliarde es hoy la segunda raza lechera francesa.

Por el lado internacional, los grupos de productores desarrollados a partir de los años 1970, permitieron a la raza ser exportada en alrededor de cincuenta países y en todos los continentes. En 2013, 637 000 dosis Montbeliards fueron vendidas, de las cuales una buena parte a USA donde la Montbeliarde, utiliza en cruces, mejora la rusticidad de la Holstein mientras mantiene su productividad. Si Marruecos cuenta con varios ganados Montbéliarde de más de 250 vacas, el ganado más grande de Montbéliarde se encuentra en Rusia, con 2000 vacas.